Por: Pepe Echenique

“ …. una opinión más ….”

..… si sucede …. ponte contento ….”

  • El baile de tango o la forma de bailarlo, parece ser, antes que nada, un tema individual. Sin embargo,

  • Tenemos que, particularmente en el baile de salón, el H tratará de conducir a la M en una forma suave, con delicadeza, como sosteniéndola con “algodones”, como si fuera una caricia. Eso, al parecer, es justamente lo que la M aprecia como un requisito necesario para poder brindarse y complementarse en el baile .

  • Del mismo modo, en los movimientos que ambos ejecutan para sus desplazamientos durante el baile, también se advierte que los pies se van deslizando, rozando, casi “acariciando” el piso.

  • Creemos que será positivo que la M perciba con claridad que el varón está conduciendo, para ello, el H sabrá mostrar su oficio y seguridad en la marca. También saber “transmitirlo” a su compañera, contribuyendo a que la M se sienta mejor. Y como consecuencia, todo ello facilite una mejor “comunicación” entre ambos.

  • Aunque sea redundante decirlo, nunca estará demás puntualizar que la pareja está compuesta por el H y la M, que ambos componen esa unidad que está ligada al tango. Unidad felizmente conformada por los dos, por ese hombre y esa mujer que se abrazan, y juntos sienten la emoción y el placer de bailar ese “tango maravilloso”.

  • Que la pareja llegue a bailarlo bien, estará supeditado a la entrega y predisposición tanto del H como de la M para dar todo de sí en beneficio de la pareja. De ese modo, estarán mas cerca de disfrutar al máximo posible esos minutos extraordinarios de cada tango.

  • En tal sentido, nos parece que son varios los aspectos que influyen para intentar lograr una mayor intensidad de ese disfrute. Entre ellos, no cabe duda, estará la música que nos va invadiendo, que nos va cautivando; y el compás en el baile.

  • En ocasiones, esa circunstancia puede darse rápidamente, llegando a veces a manifestarse con tal intensidad, que la pareja es capaz de alcanzar una máxima concentración, y hasta se podría decir que es como que entrara en un “trance” de baile. Lo cuál dependerá en definitiva, de la sensibilidad y del sentido de “cooperación” para bailar que sean capaces de mostrar ambos bailarines.

  • Esta situación que ya es percibida y apreciada por la M, puede llevarla en ciertos casos, y sin darse cuenta, a cerrar los ojos durante el baile. Si eso ocurre, se podría pensar de que estamos ante un indicador cierto de que ha llegado el momento de máxima concentración, de máximo disfrute, hasta se podría calificarlo, y por que nó, como que culmina en un “éxtasis” tanguero. En ese instante, en ese cierre natural de ojos, es como que la M se entrega a disfrutar de ese tango apasionante que está bailando.

  • Cierta bailarina argentina famosa, alguna vez dijo: “…. yo, como mujer, tengo el privilegio de entregarme, de poder cerrar los ojos y dejarme llevar. Disfruto de este privilegio y comienzo a gozar con mis sentidos abiertos a todas estas placenteras sensaciones. La cadencia del baile me llega a través de mis ojos cerrados y mi sensible espíritu se esponja, mientras me abrazo a tí y juntos caminamos bailando un tango ..… ”.

  • Por su parte, el H lo manifiesta en la expresión de su rostro y se traduce en su baile que es lo mejor que puede dar, sus movimientos van a tender a ser ejecutados con oficio, con gracia, con vistosidad, con elegancia.

  • En síntesis, el H y la M, mejor dicho la pareja, están hablando el mismo idioma, y como ya se señaló, es como que han alcanzado una máxima concentración, una máxima inspiración para bailar ese tango ..….. ¡ aleluya !

  • Un capítulo aparte, merece el papel del varón en la marca y la predisposición de la M a seguir al varón, a poner lo mejor de si misma en beneficio de la pareja. Para ambos, esto es parte de un aprendizaje en el tango, que no es fácil y que lleva su tiempo.

  • Así tenemos que el H, a la par de haber logrado desarrollar una habilidad para conducir, también debe saber “comunicarlo” de la mejor manera a la M, quién sabrá mostrar, por consiguiente, vocación y sensibilidad para hacer las cosas, para dejarse llevar, para saber “leer” la intención del varón, para no adelantarse y poner lo suyo. Todo ello revelando que contribuyen el uno con el otro para disfrutar del tango que están bailando.

  • Que podemos decir de la música de tango, que tan importantes son los acordes que vamos escuchando, que nos van envolviendo, y hace que se vaya despertando nuestra sensibilidad.

  • Como es de suponerse, no todos los tangos son iguales, no todos nos gustan de igual manera. Ciertos tangos llegan más, nos impactan, nos conmueven más y hasta despiertan mas emociones. Eso dependerá de las preferencias y afinidades individuales, del estilo de baile, en definitiva de la personalidad para el tango de cada uno.

  • Por ello, asumimos que es muy importante identificar “esos” tangos, hasta podría decirse imprescindible, para que la pareja se sienta mejor y muestre su sentir.

  • Ciertamente, lo que la música nos hace sentir, tiene que quedar reflejado en el baile. Por lo tanto, es de esperarse que esos acordes de la música, logren llegar de un modo especial al oído del H y de la M, a sus fibras mas íntimas.

  • El baile es por consiguiente, un resultado, una consecuencia de diferentes aspectos. Los principales ya los vamos mencionando, así tenemos que además de la música y el compás en el baile, están presentes el estilo y la sensibilidad natural de los bailarines, nada menos.

  • Tampoco debe dejarse de lado, que saber mostrar elegancia en el baile, puede ser el resultado de la convergencia de tales aspectos. Así tenemos que los movimientos tienden a ser “especiales”, en particular cuando revelan sencillez, suavidad, cadencia, fluidez, armonía, equilibrio, se lucen y se aprecian estéticos, elegantes, agradables a la vista, hasta llegan a mostrar “exquisitez” en sus desplazamientos.

  • En general se procura, entre otros, que haya relación entre la música y los movimientos que se van ejecutando en el baile. Se trata de evitar también que estos sean bruscos, repentinos y los tironeos a la pareja. Además de saber que en el baile de tango de salón, tenemos nuestros espacios para bailar y que debemos respetar los espacios de las otras parejas.

  • En el caso del varón, como ya dijimos, con su baile debe “contagiar” a la M, “comunicarle” que la música ya lo ha conmovido, que está predispuesto a bailar y comienza a expresarlo mediante el “sello particular” que le está poniendo.

  • En el caso de la M, mostrando que también se encuentra bajo los mismos “efectos”, que coincide con el “mensaje” que va recibiendo y está dispuesta a aceptar la “invitación” para dar lo mejor de ella.

  • Si ya estamos en una “milonga”, en un ambiente agradable en que se baila tango, la música que estamos escuchando ya empieza a influir en nosotros, por sí sola ya nos esta haciendo sentir bien, nos está generando placer, nos está predisponiendo a bailar, a querer bailar “ese” tango de una determinada manera.

  • Y si a ello se agrega que tiene al lado a su pareja, que habla el mismo “idioma” y que demuestra también sensibilidad, es obvio que el placer será por partida doble.

  • Un buen comienzo, un buen preámbulo, sería entonces, escuchar “esos” tangos que provocan una mayor apertura en dicha sensibilidad. Así van pasando los minutos, la música va fluyendo, te va envolviendo y nos vamos “cargando” de inspiración, de sentimientos de tango.

  • Sentimientos que van “in crescendo”, para luego, en un determinado momento y al escuchar “ese” tango especial, impacta de tal manera, que provoca ese deseo irrefrenable de buscar a tu pareja y casi “saltar” a la pista de baile, y así dar pié a lo que Discépolo alguna vez dijo: “el tango es un sentimiento que se baila”.

  • En consecuencia, creemos que el baile vendría a ser como la “interpretación”, que cada uno y a su manera, le confiere a la música que está escuchando, y que nos “invita” a encaminarnos a la par de ella. En otras palabras, de que modo esa deliciosa melodía es plasmada en pasos de baile.

  • Ampliando, también podríamos decir, y sin exagerar, que es como si el baile fuera el ”último instrumento” que se agrega para acompañar la ejecución de los compases musicales ….. y por que nó ! ….. sería maravilloso poder entenderlo así.

  • Si esto último no nos parece, y quisiéramos hacerlo mas sencillo, estimamos entonces, que la música puede llegar a ser explicada y “moldeada” en pasos de baile.

  • Va surgiendo la importancia de caminar el tango, de saber caminarlo. Así tenemos que: “….. Caminar juntos al compás, es la base de todo tango ….”, frase por demás elocuente dicho por algún “sibarita” del tango.

  • En la búsqueda de la armonía y el placer de bailar, es como que cada uno crea un estilo propio que es único, difícil de repetir y que lo identifica. Ese estilo, esa forma de bailar, esa técnica de baile es una expresión muy personal. El bailarín lo interpreta a su manera y lo define de acuerdo a su sentir. Es una búsqueda individual, y hasta podría incluir, proponerse la excelencia.

  • Pensamos que la mejor manera de explicar ese estilo, será entonces bailando, pero puede no ser sencillo si queremos transmitirlo, de expresar con palabras lo que cada uno siente en el agradable pero a la vez complejo arte de bailar el tango, tal vez por que se relaciona, como estamos viendo, con un conjunto de aspectos entremezclados. Es posible que esas palabras no sean precisas o no se encuentren las satisfactorias para describirlo con exactitud y claridad.

  • En definitiva, el tema pasa por descubrir, que despierta el tango en cada uno de nosotros, y allí estarán los diferentes sentimientos, las diferentes emociones, una determinada forma de bailar, entre otros.

  • Recordamos a Gavito, quién solía decir: » … tienes que bailar con tu corazón, la música tiene que entrar por tu cabeza. Primero escuchas la música, la filtras con tu corazón y después ya puedes dibujarla con tus pies, con tu cuerpo … ”.

  • En fín, si la esencia del tango indica que es un sentimiento que se baila, nosotros agregaremos que también: “ …. es un sentimiento feliz que te atrapa y para siempre …. ”

  • Es apasionante el tema, hay mas para decir sobre el baile de tango, y seguramente cosas interesantes se están quedando en el tintero, y que habrán otras opiniones.

  • Sin embargo, y para terminar, creemos que todo lo dicho, se podría intentar sintetizarlo en lo siguiente, que por suerte hemos escuchado :

” …….. Baila tu mejor tango, que de eso se trata …….. ”

 

LIMA, FEBRERO DE 2011

 

 

Escanea el código